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sábado, 27 de outubro de 2012

As 10 multinacionais mais perigosas do mundo


Não importa onde vives, é impossível escapar da "globalização". A única saída é informar-se para poder eleger com consciência antes de comprar. Começar a cultivar e a fabricar teus alimentos, reduzir o consumo de petróleo e seus derivados, reflorestar, comprar somente o necessário, escutar tua voz interior em vez da voz da publicidade. São pequenos passos para escapar de grandes monstros. Aqui apresentamos as 10 multinacionais que mais prejuízos sociais e contra o ecossistema trazem. Confira:


     1. Chevron
Varias de las grandes compañías petroleras estarian en esta lista, pero Chevron merece un lugar especial. Entre 1972 y 1993, Chevron (en ese entonces Texaco) vertió 18 mil millones de galones de agua tóxica en los bosques tropicales del Ecuador sin ningún tipo de reparación, destruyendo los medios de subsistencia de los agricultores locales y enfermando a las poblaciones indígenas. Chevron también ha contaminado en los EE.UU, en 1998, Richmond(California), demandaron a Chevron por vertido ilegal sin pasar por tratamientos de aguas residuales, contaminando los suministros locales de agua, ídem en New Hampshire en 2003. Chevron fue el responsable de la muerte de varios nigerianos que protestaron en contra de la empresa por su presencia y explotación del delta nigeriano. Chevron pagó a la milicia local, conocida por sus abusos contra los derechos humanos, para aplastar las protestas, e incluso les proporcionó helicópteros y barcos. Los militares abrieron fuego contra los manifestantes, luego quemaron sus aldeas hasta el suelo.


2. De Beers
Esta empresa no escatima en gastos, y financia, apoya y crea autenticas guerrillas y dictaduras del terror para poder seguir obteniendo mediante explotación de niños y adultos, la preciada piedra. En Botswana, a DeBeers se le ha culpado por la “limpieza” de la tierra donde se extraen los diamantes, incluyendo el traslado forzoso de los pueblos indígenas que habían vivido allí durante miles de años. El gobierno supuestamente cortó el suministro de agua, los amenazó, los torturó y ahorcó públicamente a los resistentes. No dejemos de lado su nula responsabilidad ambiental, sus nulos derechos laborales, las vidas humanas, y sus campañas rancias y machistas.


3. Phillip Morris
Phillip Morris es el mayor fabricante de cigarrillos de Estados Unidos y del mundo. Se sabe que causan cáncer en los fumadores, así como defectos de nacimiento en los niños por nacer si la madre fuma durante el embarazo. El humo del cigarrillo contiene 43 carcinógenos conocidos y más de 4.000 sustancias químicas, incluyendo monóxido de carbono, formaldehído, cianuro de hidrógeno amoníaco, la nicotina, y el arsénico. La nicotina, la sustancia química principal psicoactivo en el tabaco, ha demostrado ser una adicción psicológica. Fumar aumenta la presión arterial, afecta el sistema nervioso central y constricción de los vasos sanguíneos. Las colillas de cigarrillos son uno de los principales contaminantes que los fumadores arrojan rutinariamente; lento para degradar. Muchos de estos filtros se abren camino en el suelo o en el agua, donde sus productos químicos se comportan como verdaderas sanguijuelas. El tabaco no sólo contamina la tierra durante sus extensas hectáreas de monocultivo, las cuales son rociadas a diario de agro tóxicos, su producción industrial contamina (se utilizan enormes cantidades de papel, algodón, cartón, metal, combustibles…), su consumo contamina la atmósfera, daña a su comprador y a los que le rodean. Su colilla tarda años en degradarse proporcionándole al suelo y al agua una cantidad enorme de tóxicos.


4. Coca-Cola
La bebida favorita del mundo o “la leche del capitalismo”, acumula demandas y sanciones en diversos países derivados de graves hechos de contaminación, malas prácticas laborales y uso de aguas no autorizados. En la fase de producción, la compañía utiliza casi tres litros de agua por cada litro de producto terminado. Las aguas desechadas constituyen contaminantes, que la multinacional deposita en lugares protegidos, como ocurrió en Colombia, situación por la cual, fue multada en Agosto pasado, por la Secretaría Distrital del Ambiente, de la Alcaldía Mayoy de Bogotá, al demostrarse que habáin descargado sus desechos en el humedal de Capellania, en la zona de Fontibón.El hecho es considerado atentatorio contra un área de especial importancia y protección ecológica. El proceso por contaminación del Humedal Capellanía tiene su origen en la caducidad del permiso de vertimientos otorgado a la multinacinal por cinco años y la no autorización de la Secretaría de Ambiente para renovar este permiso. Posteriormente, mediante visitas técnicas fue verificado el estado de la red de alcantarillado de Coca Cola y la realización de descargas industriales, evidentemente no autorizadas.
Una situación muy similar ocurrió en la India en el 2005, donde alrededor de mil manifestantes marcharon para pedir que cerrara la planta cercana a Varanasi, ellos tenían la certeza de que todas las comunidades cercanas a plantas embotelladoras de Coca Cola padecen la falta y contaminación de sus suelos y napas freáticas. Análisis toxicológicos registran la presencia de altos porcentajes de pesticidas prohibidos como el DDT y como “buenos vecinos” distribuyeron sus desechos industriales a los campesinos de Mehdigani con el argumento de que servían para “abono” El resultado es que hoy los suelos son estériles. Y como si fuera poco, la bebida en cuestión, junto con consumir agua en exceso no aporta ningún elemento nutritivo, al contrario, al contener altas concentraciones de azúcar, es uno de los principales contribuyentes de la obesidad que afecta cada vez en mayor medida a nuestras poblaciones del tercer mundo, generando por otra parte, problemas dentales. Y el efecto de ” quitar la sed”, lo logra mediante el uso de ácido fosfórico. ¿Sabías que …
•España es el país europeo que más Coca-Cola consume?
•Otros productos suyos son Fanta, Sprite, Aquarius, Nestea, Minute Maid, Tab, Sonfil, Finley, Nordic Mist o Fruitopia (hay 324 distintos)?
•Una lata de 33 cl. contiene unos 35 gr. de azúcar?
•En 1931 Coca-Cola cambió el traje verde de Papá Noel a rojo para una campaña publicitaria, haciendo juego con su color corporativo?
•Otras universidades en Atlanta, Toronto, California, Irlanda o Berlín ya han expulsado a Coca-Cola de sus Campus?
•Las botellas de plástico de Coca-Cola en España no son de material reciclado, sino de plástico virgen.
•¿Casualidad que el ex-presidente mejicano Fox sea ex-representante de Coca-Cola? ¿y Adolfo Calero, ex-gerente de Coca-Cola, agente de la CIA y cara pública de la contra nicaragüense? ¿y el embajador de EEUU en la India ? ¿y el magnate golpista Cisneros, en Venezuela ? ¿y el ministro Jorge Presno, de Uruguay?
•Cuenta con delegaciones en más de 200 países, incluyendo paraísos fiscales como Bahrein o las islas Caimán, para evadir impuestos por sus beneficios…
•En el año 2003 obtuvieron unos beneficios de 21.044 millones de dólares (La mitad de los gastos previstos por la ONU para garantizar la educación básica a todos los niños del mundo).
•Impulsa potentes grupos de presión: se opuso al tratado de Kyoto a través de sus lobbys US Council for International Business y la Business Round Table, cambió regulaciones en la UE a través del American Chamber of Comerce , fue fundadora del International Life Science Institute, muy influyente en la FAO y la OMS , etc.
•Contiene productos transgénicos.
La próxima vez que vayas por una bebida, recuerda la contaminación de los humedales, el uso no autorizado de aguas subterráneas, la violencia, que un litro equivale a tres en realidad… tal vez sea mejor una limonada.


5. Pfizer
Como si el uso masivo de Pfizer en la experimentación animal no era lo suficientemente desgarrador, Pfizer decidió utilizar a los niños nigerianos como conejillos de indias. En 1996, Pfizer viajó a Kano, Nigeria; a probar un antibiótico experimental en el tercer mundo para combatir enfermedades como el sarampión, el cólera y la meningitis bacteriana. Dieron trovafloxacina a aproximadamente 200 niños. Decenas de ellos murieron en el experimento, mientras que muchos otros desarrollaron deformidades físicas y mentales. Pfizer también puede orgullosamente afirmar que se encuentra entre las diez primeras compañías en los Estados Unidos que provocan la contaminación de la atmósfera. Y no dejemos de lado los millonarios “incentivos” que le dan a los médicos, y a los gobiernos para que receten sus “medicamentos”.


6. Mc Donalds
Cada año, miles de niños consumen la comida rápida de una empresa que forma parte activa en la deforestación de selvas, la explotación laboral y la muerte de millones de animales: McDonald’s. Estrategias de mercadotecnia hábilmente diseñadas han expandido la empresa McDonald’s a más de 40 países, donde la empática imagen de Ronald McDonald y su “Cajita feliz”, vende en los niños el gusto por la comida rápida, asociándola con un ideal de alegría. Esta publicidad ha tenido un gran éxito en diferentes partes del mundo, contribuyendo a altas tasas de obesidad infantil. La alimentación que entrega esta empresa es totalmente carente de nutrientes. Es más, esta comida se conoce mundialmente como ‘comida chatarra’, y no es por nada que recibe este nombre. Las hamburguesas y “nuggets” que McDonald’s ofrece, provienen de animales que durante toda su vida fueron mantenidos en condiciones artificiales: Privados de aire libre y luz solar, permanecen hacinados al punto de no poder estirar sus miembros o alas (en el caso de los pollos), atiborrados de hormonas para acelerar su crecimiento, y de antibióticos para contrarrestar las múltiples infecciones a que están expuestos, por las condiciones de insalubridad y amontonamiento. Los pollos son engordados al grado en que sus patas no resisten su peso.
Para establecer sus franquicias, McDonald’s adquiere terrenos a bajo precio en lo que antes fueron selvas tropicales deforestadas para la explotación ganadera. Ofrece sueldos mínimos a sus empleados, aprovechándose de las minorías étnicas y contratando menores de edad. Los productos de McDonald’s, con su alto contenido en grasas, azúcar y sal, estimulan en los niños el desarrollo de sobrepeso, la resistencia a la insulina y su consecuente Diabetes Tipo 2. Ah, ¿les comenté que fué una de las financiadoras de la campaña de George W. Bush ?


7. Nestlé
Nestlé y su enorme manto de crímenes contra el hombre y la naturaleza, como son la deforestación masiva en Borneo – el hábitat de los orangutanes en peligro crítico – para cultivar aceite de palma, y la compra de la leche de las granjas confiscadas ilegalmente por un déspota en Zimbabwe. Nestlé comenzó a provocar a los ambientalistas por sus ridículas afirmaciones de que el agua embotellada es “ecológica”, desde ahí en adelante se han ido destapando su red siniestra de control y destrucción. Nestlé realizó esfuerzos mundiales para instar a las madres de países del tercer mundo a utilizar su sustituto de leche para lactantes en lugar de la lactancia materna, sin advertirles de los posibles efectos negativos. Supuestamente, Nestlé contrató a mujeres vestidas de enfermeras para entregar la fórmula infantil gratuita, que se mezclan con frecuencia con agua contaminada, los medios no mencionaron a los niños que murieron de hambre cuando la fórmula se agotó y sus madres no podían pagar más.


8. British Petroleum
¿Quién puede olvidar la explosión de 2010 de una plataforma petrolera en la costa del Golfo, que dejó 11 muertos y miles de aves, tortugas marinas, delfines y otros animales, destruyendo la pesca y la industria del turismo en la región? Este no fue el primer crimen de BP contra la naturaleza. De hecho, entre enero de 1997 y marzo de 1998, BP fue responsable de una friolera de 104 derrames de petróleo. Trece trabajadores del equipo de perforación murieron en 1965 durante una explosión, 15 en una explosión de 2005. También en 2005, un ferry que transportaba a trabajadores del petróleo de BP se estrelló, matando a 16. En 1991, la EPA cita a BP como la empresa más contaminante en los EE.UU.. En 1999, BP fue acusada de ilegal de tóxicos en Alaska, luego en 2010 por filtrar venenos muy peligrosos en el aire en Texas. En julio de 2006, los agricultores colombianos ganaron un acuerdo con BP después de que se acusó a la compañía de beneficiarse de un régimen de terror llevada a cabo por los paramilitares del gobierno colombiano que protegen el oleoducto Ocensa. Claramente, no hay manera de que BP haga lo correcto.


9.Monsanto
Monsanto, creadores y fomentadores de los alimentos genéticamente modificados, hormonas de crecimiento bovino y el envenenamiento por agrotoxicos. La lista de Monsanto incluye la creación de la semilla “exterminadora” , que crea plantas que nunca dan semillas para que los agricultores deban comprar cada año, el lobby para que etiqueten “libres de hormonas” la leche y sustitutos de la leche para lactantes (se encuentra presente si el bovino ha ingerido hormonas de crecimiento, un comprobado agente cancerigeno), así como una amplia gama de violaciones ambientales y de salud humana asociados con el uso de venenos de Monsanto - “. Agente Naranja”, sobre todo. Entre 1965 y 1972, Monsanto viertes ilegalmente miles de toneladas de residuos altamente tóxicos en los vertederos del Reino Unido. Según la Agencia de Medio Ambiente los productos químicos estaban contaminando las aguas subterráneas y el aire 30 años después de que fueran vertidos!! Monsanto es célebre por agredir a los propios agricultores que pretende “ayudar”, como cuando demandó a un agricultor y lo encarceló por guardar las semilla de la cosecha de una temporada para plantar en la siguiente.


10. Vale
La minera Vale, transnacional brasileña presente en 38 países, es la mayor empresa de exploración de minerales diversificados en Latinoamérica y la  segunda a nivel mundial.Entre los méritos se destaca la participación de la empresa en el desarrollo de la hidroeléctrica Belo Monte, ubicada en Altamira –Brasil-, dado que el proyecto afecta al río Xingú, principal fuente de vida para la región. Como resultado de la intervención de la empresa, hoy el paisaje amazónico está siendo modificado severamente, como también la vida de miles de pueblos a orillas de uno de los principales ríos de Brasil.
A su vez, en Carajás, en Pará – Brasil-, numerosas familias fueron desalojadas, perdieron sus casas y poseen parientes que murieron como resultado de la construcción de línea férrea construida por la empresa, también denunciada por las pésimas remuneraciones y condiciones de trabajo que sufren sus empleadas.
Los impactos sobre el accionar de la minera no se reducen a las denuncias dentro de Brasil. En la región de Tete, en Mozambique, un pueblo fue desalojado de sus tierras para que la empresa pudiese llevar a cabo su explotación de carbón. A cambio la empresa construyó un re asentamiento en el barrio Cateme, donde las casas y servicios públicos no cumplen las condiciones básicas para el desarrollo de la población.
Existen lamentablemente muchas otras corporaciones que deberían estar presente en esta lista, algunas como Samsung, Tepco, Barklays, Microsoft, Intel, Sony…etc.
Fonte: Agrovida

O dia em que o Morro descer e não for Carnaval


Wilson das Neves

O dia em que o morro descer e não for carnaval
Ninguém vai ficar pra assistir o desfile final
Na entrada rajada de fogos pra quem nunca viu
Vai ser de escopeta, metralha, granada e fuzil
(é a guerra civil)

No dia em que o morro descer e não for carnaval
Não vai nem dar tempo de ter o ensaio geral
E cada uma ala da escola será uma quadrilha
A evolução já vai ser de guerrilha
E a alegoria um tremendo arsenal
O tema do enredo vai ser a cidade partida
No dia em que o couro comer na avenida
Se o morro descer e não for carnaval

O povo virá de cortiço, alagado e favela
Mostrando a miséria sobre a passarela
Sem a fantasia que sai no jornal
Vai ser uma única escola, uma só bateria
Quem vai ser jurado? Ninguém gostaria
Que desfile assim não vai ter nada igual

Não tem órgão oficial, nem governo, nem Liga
Nem autoridade que compre essa briga
Ninguém sabe a força desse pessoal
Melhor é o Poder devolver à esse povo a alegria
Senão todo mundo vai sambar no dia
Em que o morro descer e não for carnaval.

sexta-feira, 26 de outubro de 2012

Ser índio em tempos de mercadoria


Tarso de Melo*

A recente divulgação da carta que uma comunidade indígena Guarani-Kaiowá de Dourados (MS) enviou à Justiça Federal pedindo que, uma vez que não lhes é permitido viver da forma que consideram digna, seja logo decretada a morte de toda a comunidade, por cruel que pareça, não deveria causar espanto. Condenados à morte, sejamos sinceros, os índios brasileiros estão há mais de 500 anos, mas a execução da sentença é lenta, torturante e cínica.
O que espanta, desta vez, é que os próprios Guarani-Kaiowá tenham pedido ao seu inimigo mais ou menos declarado – esta coisa que insistimos em tratar como “civilização” – que seja mais sincero. Sim, mais sincero e diga claramente que o índio não interessa, não se encaixa no modo de vida a que todos, sem privilégios (ouçam o eco iluminista...), estamos condenados.
Aprendemos com Marx que o capital libertou o trabalhador da escravidão à força, típica de formações econômicas pré-capitalistas, para submetê-lo a uma forma diversa de escravidão: o trabalho assalariado, a compra e venda da força de trabalho. (Sim, ainda há trabalho escravo – e ele não é incompatível com o capitalismo. Apenas não pode ser a regra, porque a valorização do capital depende de sua circulação também na forma de salário, o que não impede que um ou outro capitalista faça uso da extração violenta da força de trabalho.)
O trabalho como mercadoria é – em regra, insisto – o único compatível com uma sociedade em que tudo é mercadoria, em que o acesso aos bens indispensáveis à existência passa inescapavelmente pelo mercado: pagou, tem; não pagou, não tem. Ponto final. É óbvio, neste esquema rigoroso de trocas, que não se tolere qualquer exceção à lógica mercantil. Em outras palavras, o que o capitalismo não tolera é a manutenção, em seu mundo, do que não é mercadoria e, ainda por cima, impede o livre desenvolvimento de suas forças.
O que são, afinal, os índios para a ordem capitalista? Um ônus, um entrave, uma aberração, mas que, por não ser conveniente à “civilização” assim declará-los, recebem da nossa Constituição instrumentos para sua proteção que são constantemente “desmoralizados” (e é inevitável usar aqui esta palavra porque a proteção aos índios assume exatamente uma feição moral na ordem jurídica, ao mostrar como somos gratos e responsáveis com nossas, digamos, “origens”), como na decisão da Justiça Federal que exterminou, por enquanto, a paciência dos índios e sua esperança de viver no espaço que a “civilização” reservou àqueles que a antecederam. E sobreviveram à sua afirmação.
A carta à Justiça Federal não deixa dúvida: os Guarani-Kaiowá cansaram de reivindicar o direito de sobreviver como índios e não aceitam viver senão como índios. Não aceitam migrar para o regime do trabalho precário (prestado, no geral, a quem tomou suas terras) ou da mendicância às margens do exuberante mundo das mercadorias. O “bilhete suicida” que essa comunidade manda para nós, não o tomem como chantagem, “drama” etc. É um “basta”, um “chega”, mas principalmente uma prova de que os índios, com sua habitual sabedoria, entenderam melhor do capitalismo e de sua “civilização” do que nós, que nele estamos afundados até o pescoço – e um pouco mais.
Não só sua própria existência, mas a forma como os índios insistem em mantê-la é uma grande afronta ao capital e sua lógica. Vejam o que diz a carta: “Nós comunidades cultivamos o solo, produzimos a alimentação aqui mesmo, plantamos mandioca, milho, batata-doce, banana, mamão, feijão e criamos de animais domésticos, como galinhas e patos. Aqui agora não passamos fome mais. As nossas crianças e adolescentes são bem alimentadas e felizes, não estão pensando em prática de suicídio. Assim, há uma década, nesses 12 hectares estamos tentando sobreviver de formas saudáveis e felizes, resgatando o nosso modo de ser e viver Guarani-Kaiowá, toda a noite participando de nosso ritual religioso jeroky e guachire”. Como assim alimentadas, saudáveis e felizes? Sem ter pago por isso? Este intercâmbio do homem com seus iguais e com a natureza orientado apenas e tão-somente por suas necessidades – do espírito e do estômago – é inadmissível para o capital. Mais ainda: é sobre sua negação que se constituiu a forma como vivemos nos últimos 3 ou 4 séculos.
Os índios, neste contexto, são não apenas supérfluos, mas uma espécie de mau exemplo a ser apagado do horizonte de formas de “ser e viver” à venda – sim, à venda – em nosso tempo. O que será de uma sociedade “sem alternativas” se tolerar uma forma de vida que se nega à troca, ao dinheiro, à concentração da riqueza, ao desperdício? Desta vez, a pedido dos próprios índios, a “civilização” terá oportunidade de declarar o que pensa a este respeito.
A propósito, a Constituição brasileira afirma que “São reconhecidos aos índios sua organização social, costumes, línguas, crenças e tradições, e os direitos originários sobre as terras que tradicionalmente ocupam, competindo à União demarcá-las, proteger e fazer respeitar todos os seus bens” (art. 231).

Se nossas autoridades, que têm sua função justificada por essa mesma Constituição, não se preocuparem em respeitar tais palavras, será muito difícil evitar que se confirmem a tragédia da carta dos índios e o pessimismo das linhas acima. Mas também será cada vez mais difícil – creio e espero – manter os grupos oprimidos e suas reivindicações dentro de comportados limites legais.
*Tarso de Melo (1976) é advogado, mestre e doutor em Direito pela FDUSP, professor da FACAMP e coordenador de pós-graduação da Faculdade de Direito de São Bernardo do Campo. É um dos coordenadores da coleção Direitos e Lutas Sociais (Dobra/Outras Expressões).

quinta-feira, 25 de outubro de 2012

A sanha privatizacionista do governo brasileiro almeja o novo Maracanã

Getty Images - Após as obras, controle do complexo do
 Maracanã será cedido à iniciativa privada

“Privatizar o Maracanã mostra cegueira histórica sem precedentes do Governo”, diz membro do Comitê Popular da Copa.

Seguindo a velha sanha privatizacionista dos governos neoliberais brasileiros, o atual governo perpetua a prática de gastar dinheiro público em grandes obras e, depois, transferi-las par o capital privado. Os custos são sociais; os lucros privados. Quando faremos diferente?

Edital de licitação apresentado na segunda-feira prevê demolição do Julio Delamare, Célio de Barros e Museu do Índio
por Pedro Muxfeldt
Em 1983, Moraes Moreira expressou em versos a melancolia do rubro-negro com a transferência de Zico para a Udinese, da Itália, indagando “e agora, como é que eu fico nas tardes de domingo sem Zico no Maracanã?”. Se, cerca de trinta anos depois, um novo baiano surgisse para cantar a tristeza do torcedor carioca, bastaria perguntar “como é que eu fico sem o Maracanã?”.
Nesta segunda-feira, em entrevista coletiva concedida por Régis Fichtner, chefe da Casa Civil, e Márcia Lins, secretária de Esporte e Lazer, o Governo do Estado do Rio de Janeiro apresentou o edital de licitação do complexo esportivo do Maracanã.
Trocando em miúdos, o projeto prevê a concessão das dependências do estádio, que englobam o Maracanãzinho, parque aquático Julio Delamare e o estádio de atletismo Célio de Barros, à iniciativa privada pelos próximos 35 anos ao preço de R$ 7 milhões ao ano, que não cobriram nem 30% do valor investido na atual obra do estádio.
Procurado pela reportagem do Yahoo! Esporte Interativo, o membro do Comitê Popular Rio Copa e Olimpíadas, coletivo criado para fiscalizar as obras com vistas aos grandes eventos esportivos que o país sediará, Gustavo Mehl classificou a privatização do estádio do Maracanã de “cegueira histórica sem precedentes”.
“A minuta do edital lançada ontem (segunda-feira) escancara a visão do Governo, que entende o Maracanã como um equipamento rentável, de consumo. Essa perspectiva é antagônica à da sociedade civil, que enxerga no estádio um bem sociocultural da cidade e do Brasil”, disse.
Comparando a obra atual com a construção do estádio, em 1950, o jornalista integrante do Comitê Rio expôs as diferenças entre os projetos.
“Quando o estádio foi erguido, houve a preocupação em realizar uma divisão setorial proporcional à abrangência de classes sociais da cidade, possibilitando que todos fossem capazes de ir ao Maracanã acompanhar os jogos. Já este novo estádio que está sendo gestado visa atender somente os interesses econômicos dominantes e será frequentado basicamente pelas elites”, afirmou.

Julio Delamare e Célio de Barros
Durante a entrevista do dia 22, realizada no Palácio Guanabara, sede do Governo, Régis Fichtner ressaltou que a concessionária vencedora irá responsabilizar-se pelas obras, da ordem de R$ 400 milhões, de demolição do Julio Delamare e do Célio de Barros para erguer um museu do futebol, amplo estacionamento, bares e restaurantes. Os equipamentos esportivos seriam reconstruídos em área próxima que abriga atualmente um quartel do Exército.
Para viabilizar a derrubada das instalações, o prefeito Eduardo Paes assinou, na própria segunda-feira, decreto autorizando o destombamento das construções, que haviam recebido a honraria em 2002.
Quanto à previsão de reerguer o Julio Delamare e o Célio de Barros no entorno do Maracanã, Gustavo demonstrou-se cético. “Aos olhos do empresário que assumir o controle do complexo, será descabido investir nessas obras, pois a prática de esportes nesses espaços constitui-se como um projeto social, que não dá lucro”.
Mantido na área do complexo, o ginásio do Maracanãzinho, que passou por obras no valor de R$ 92 milhões antes dos Jogos Pan-Americanos de 2007, sofrerá reformas. A principal delas atenderá uma necessidade imposta pelo Comitê Olímpico Internacional (COI), que exige a construção de duas quadras de aquecimento em instalações olímpicas.
Para que as quadras sejam erguidas, a escola municipal Arthur Friedenreich, que funciona no complexo, será retirada do local. O terreno que a instituição de ensino ocupará ainda não foi definido e ela segue com seu futuro incerto.

Comitê prepara ação
Para o lançamento oficial do edital de licitação, resta ainda uma última etapa. O Governo do Estado, cumprindo obrigatoriedade legal, convocou audiência pública para discutir o projeto apresentado.
Após confirmar a presença de integrantes do Comitê da Copa no evento, Gustavo Mehl mostrou preocupação com o andamento da audiência. “No processo de licitação das obras da Linha 4 do metrô, o Governo ignorou as opiniões dadas pelas associações de moradores. Esperamos que, desta vez, a atitude seja mais democrática, na forma de uma consulta real”, ressaltou.
Marcado para as 18h do dia 8 de novembro, a audiência pública acontecerá no Galpão da Cidadania, na Rua Barão de Tefé, 75, bairro da Saúde.

Museu do Índio
Fora da seara esportiva, o prédio que sediava o Museu do Índio também será demolido pela concessionária vencedora da licitação. A construção, datada de 1853, foi a primeira sede da instituição criada pelo sociólogo Darcy Ribeiro. Abandonado pelo poder público, o prédio é atualmente habitado por cerca de 20 indígenas.
Questionado sobre o destino da chamada Aldeia Maracanã, o governador Sérgio Cabral saiu-se com uma declaração no mínimo impensada. “Isso não é problema meu, cabe apenas à Funai (Fundação Nacional do Índio)”.
A polêmica sobre a derrubada do edifício, aliás, vem desde a semana passada. Em cerimônia realizada na quinta-feira, Sérgio Cabral afirmou que a retirada do prédio ia de encontro a uma exigência da Fifa. Porém, pouco depois, a entidade máxima do futebol veio a público externar que nunca pediu a demolição do antigo museu.
Corrigindo-se Cabral afirmou que a exigência era indireta, através da cobrança de maior mobilidade e capacidade de escoamento de público. Completando, o governador declarou que o local “não possui valor histórico” e está “no meio do caminho de uma concepção de segurança e conforto” para os futuros frequentadores do estádio.
Mobilizados, os índios, liderados por Carlos Tucano, estiveram presentes à Assembleia Legislativa (Alerj) em busca de apoio por parte de parlamentares e prometeram “não arredar o pé” do prédio. O recado do cacique, aliás, é o melhor exemplo a ser seguido por arquibaldos e geraldinos, atualmente alijados do seu Maracanã.

quarta-feira, 24 de outubro de 2012

Uma conversa sobre Marx, as revoltas estudantis, a nova esquerda e os Miliband


Hampstead Heath, no frondoso norte de Londres, se orgulha de seu papel como lugar de passeio na história do marxismo. Por aqui era, aos domingos, por onde passeava Karl Marx com sua família, subindo Parliament Hill, recitando Shakespeare e Schiller durante a caminhada, para passar uma tarde de comida campestre e poesia. Durante a semana, juntava-se com seu amigo Friedrich Engels, que morava nas imediações, para dar uma volta rápida pelo parque, onde os "velhos londrinos", como eram conhecidos, refletiam sobre a Comuna de Paris, a Segunda Internacional e a natureza do capitalismo.
Tristram Hunt

Hoje, numa rua lateral que sai do parque, a ambição marxista segue viva na casa de Eric Hobsbawm. Nascido em 1917 em Alexandria (Egito) sob mandato britânico, mais de vinte anos depois da morte de Marx e Engels, não chegou a conhecer nenhum deles, pessoalmente, é claro. Mas falar com Eric em seu espaçoso salão, cheio de fotos familiares, distinções acadêmicas e uma vida inteira de objetos culturais, dá uma sensação quase tangível de conexão com esses homens e a recordação deles.
Da última vez que entrevistei Eric, em 2002, aparecera com grandes elogios sua brilhante autobiografia Interesting Times [Anos interessantes], crônica de sua juventude na Alemanha de Weimar, de uma vida inteira de amor ao jazz e da transformação que operou no estudo da história da Grã-Bretanha. Foi também em meio a outros dois cíclicos ataques dos meios, após a publicação do livro antiestalinista de Martin Amis, Koba the Dread, [Koba o temível], sobre a filiação de Eric ao Partido Comunista. O "professor marxista" que suscitava a ira do Daily Mail [jornal sensacionalista britânico] não buscava, como ele mesmo disse, "acordo, aprovação ou simpatia", senão que, mais bem, compreensão histórica de uma vida do século XX moldada pela luta contra o fascismo.
Desde então, as coisas mudaram. A crise global do capitalismo, que fez estragos na economia mundial desde 2007, transformou os termos do debate.
De pronto, a crítica de Marx à instabilidade do capitalismo desfruta de um ressurgimento. "Voltou", esbravejava o Times no outono de 2008, enquanto se desfundavam os mercados de valores, se nacionalizavam sumariamente os bancos e o presidente Sarkozy aparecia fotografado folheando Das Kapital (cujo aumento de vendas propulsou as listas de êxitos alemãs). Até o papa Benedicto XVI se viu movido a louvar-lhe a "grande capacidade analítica". Marx, o grande ogro do século XX, ressuscitara em campi, reuniões de sucursais e seções editoriais.
De maneira que não haveria melhor momento para que Eric reunisse seus ensaios mais célebres sobre Marx num único volume, juntamente com o novo material sobre o marxismo à luz do craque. Para Hobsbawm, continua sendo urgente o contínuo dever de comprometer-se com Marx e suas múltiplas heranças (que incluem, neste livro, alguns bons capítulos novos sobre o significado de Gramsci).
Mas o próprio Eric mudou. Teve uma má queda no Natal e já não pode escapar das limitações físicas de seus 93 anos. Sem embargo, seu humor e hospitalidade, do mesmo modo que o de sua mulher, Marlene, assim como o intelecto, seu incisivo sentido político e a amplitude de sua visão, permanecem maravilhosamente nítidos. Com um manuseado exemplar do Financial Times sobre a mesa do café, Eric se move sem problemas dos resultados das sondagens sobre o ex-presidente do Brasil, Lula, às dificuldades ideológicas a que se enfrentava o Partido Comunista em Bengala Ocidental ou às convulsões na Indonésia após o craque global de 1857. A sensibilidade global e a falta de provincianismo, pontos sempre fortes de sua obra, continuam configurando sua política e história.
E depois de uma hora falando de Marx, o materialismo e a continuada luta pela dignidade humana ante os turbilhões do livre mercado, se deixa a casa de Hobsbawm em Hampstead - próximo dos caminhos pelos quais soíam passear Karl e Friedrich - com a sensação de haver passado uma candente tutoria com uma das grandes cabeças do século XX. E alguém decidido a manter uma mirada crítica sobre o XXI.
Tristram Hunt - Há um sentido reivindicativo no coração do teu livro de que, ainda que as soluções de antanho oferecidas por Karl Marx pudessem já não ser pertinentes, ele fez as perguntas justas sobre a natureza do capitalismo, e de que o capitalismo que surgiu nos últimos 20 anos é bastante parecido ao que Marx estava pensando na década de 1840?
Eric Hobsbawm - Sim, é claro que há. O redescobrimento de Marx neste período de crise capitalista se deve a que predisse bastante mais do mundo moderno do que nenhuma outra pessoa em 1848. Isto é, me parece, o que chamou a atenção de uma série de observadores novos de sua obra e, paradoxalmente, primeiro entre gente de negócios e comentaristas econômicos, antes que entre a esquerda. Lembro-me de que me dei conta, justamente no momento que se celebrava o 150o aniversário da publicação do Manifesto Comunista, de que não se faziam muitos planos para comemorá-lo na esquerda. Algo mais tarde, almoçando com [o financista] George Soros, me perguntou ele: "Que pensa você de Marx?" Ainda que não haja muito sobre o que estejamos de acordo, me disse: "Decididamente, algo tem esse homem".
TH - Você tem impressão de que o que gente como Soros gostava em parte de Marx era a maneira como descreve de modo tão brilhante a energia, a iconoclastia e o potencial do capitalismo? É essa a parte que atraia os executivos que voam na United Airlines?
EH - Creio que é a globalização, do fato de que a predisse, o que poderíamos chamar uma globalização universal, incluída a globalização dos gostos e tudo o mais, o que os impressionou. Mas penso que os mais inteligentes viram também uma teoria que permitia uma espécie de desenvolvimento abrupto da crise. Porque a teoria oficial desse período [final dos 90] desdenhava a possibilidade de uma crise.
TH - E Essa era a linguagem do "pôr fim à expansão e à recessão" e de superar o ciclo econômico?
EH - Exato. O que aconteceu a partir dos anos 70, primeiro nas universidades, em Chicago e em outros lugares e, finalmente, desde 1980 com Thatcher e Reagan foi, suponho eu, uma deformação patológica do princípio de livre mercado do capitalismo: a economia de mercado puro e o rechaço do Estado e da ação pública, que não creio que se praticara em nenhuma economia do século XIX, nem sequer nos EE.UU. E entrava em conflito, entre outras coisas, com a maneira que o capitalismo funcionara em sua época de maior êxito, entre 1945 e princípios dos 70.
TH - Por "êxito", você quer dizer em termos de elevação dos níveis de vida nos anos de pós-guerra?
EH - Êxito no sentido de que havia lucros e garantia algo assim como uma população relativamente satisfeita socialmente, e politicamente estável. Não era o ideal, mas era, digamos, um capitalismo de rosto humano.
TH - E você acredita que para o renovado interesse por Marx contribuiu o fim dos estados marxistas-leninistas? Desapareceu a sombra leninista e pudemos voltar à natureza original dos escritos marxianos?
EH - Com a queda da União Soviética, os capitalistas deixaram de ter medo e, nessa medida, tanto eles como nós pudemos contemplar o problema de um modo muito mais equilibrado, muito menos distorcido pela paixão do que antes. Mas foi mais a instabilidade dessa economia neoliberal globalizada, que eu creio que começou a se fazer tão perceptível no final do século. Veja, em certo sentido, a economia globalizada estava de fato dirigida pelo que se poderia chamar o norocidente global [Europa Ocidental e América do Norte], que impulsionou esse fundamentalismo de mercado ultraextremista. Inicialmente, parecia que funcionava bastante bem - pelo menos no velho norocidente -, ainda que, desde o princípio, se pode ver que causava terremotos na periferia da economia global, grandes terremotos. Na América Latina se produziu uma enorme crise financeira em princípios dos anos 80. No princípio dos 90, houve uma catástrofe econômica na Rússia. E, logo, para o final do século, tivemos esse colapso que se estendeu da Rússia à Coreia [do Sul], Indonésia e Argentina. Isso fez com que as pessoas começassem a pensar, tenho a impressão, que existia uma instabilidade básica no sistema, que anteriormente passara despercebida.
TH - Houve certas sugestões afirmando que a crise da qual somos testemunhas desde 2008 em termos de América do Norte, Europa e Grã-Bretanha não é tanto uma crise do capitalismo per se como do moderno capitalismo financeiro ocidental. Enquanto isso, Brasil, Rússia, Índia e China - os "Bric" - fazem crescer suas economias de acordo com modelos cada vez mais capitalistas, ao mesmo tempo. Ou é que nos toca simplesmente o turno de sofrer as crises que eles passaram há 10 anos?
EH - O autêntico ascenso dos países Bric é algo que aconteceu nos últimos 10 anos, 15 anos se tanto. Assim que, nessa medida, pode se dizer que se tratava de uma crise do capitalismo. Por outro lado, creio que existe o risco de assumir, como fazem os neoliberais e partidários do livre mercado, que só existe um tipo de capitalismo. O capitalismo é, se você quiser, como uma família, com uma série de possibilidades, desde o capitalismo sob a direção do Estado da França ao livre mercado da América do Norte. Portanto, é um erro crer que o ascenso dos Bric é simplesmente o mesmo que a generalização do capitalismo ocidental. Não é: a única vez que tentaram importar o fundamentalismo de mercado em bloco foi na Rússia e ali ocasionou um fracasso absolutamente trágico.
TH - Você suscitou a questão das consequências políticas do craque. Em seu livro, você descartara a insistência em examinar os textos clássicos de Marx como algo que provê um programa político consistente para hoje, mas onde você acredita que vai agora o marxismo como programa político?
EH - Não creio que Marx tivera alguma vez, como diríamos, um projeto político. Politicamente falando, o programa específico marxiano era que a classe trabalhadora deveria se formar como corpo com consciência de classe e obrar politicamente a fim de lograr poder. Mais além disso, Marx deixou tudo deliberadamente vago, devido a sua antipatia pelas coisas utópicas. Paradoxalmente, eu diria inclusive que os novos partidos ficaram bastante largados à improvisação, para que fizessem o que pudessem sem instruções efetivas. O que Marx escrevera em torno a isso se limitava a pouco mais que ideias ao estilo da Cláusula 4 [que nos estatutos de 1918 do Partido Laborista britânico se referia à socialização dos meios de produção] sobre propriedade pública, nada que se aproximasse realmente o bastante para proporcionar um guia para partidos ou ministros. Minha opinião é que o modelo principal que tinham em mente os socialistas e comunistas do século XX era o das economias sob direção do Estado da Primeira Guerra Mundial, que não era particularmente socialista, mas fornecia certa classe de guia sobre como poderia funcionar o socialismo.
TH - Não o surpreende a incapacidade da esquerda marxiana ou socialdemocrata para explorar politicamente a crise dos últimos anos? Aqui andamos sentados uns vinte anos depois do desaparecimento de um dos partidos que você mais admirou, o Partido Comunista italiano. Você se deprime com o estado da esquerda neste momento na Europa e para além dela?
EH - Sim, por suposto. De fato, uma das coisas que trato de mostrar no livro é que a crise do marxismo não é só a crise de seu braço revolucionário, senão que também de seu ramo revolucionário. A nova situação na nova economia globalizada não só acabou por liquidar o marxismo-leninismo, senão que também o reformismo socialdemocrata, que consistia essencialmente na classe trabalhadora, a qual exercia pressão sobre o estado-nação. Mas, com a globalização, diminuiu de modo efetivo a capacidade dos Estados de responder a essa pressão. E, assim, a esquerda se retirou, sugerindo: "Vamos ver, os capitalistas vão bem, tudo o que necessitamos é que prossigam tendo os mesmos lucros e que nos asseguremos de manter a nossa parte".
Isso funcionava quando a porção correspondente a essa parte adotava a forma de criação de estados do bem-estar, mas dos anos 70 em diante, deixou de funcionar e o que se teve de fazer foi, com efeito, o que fizeram Blair e Brown: que ganhem todo o dinheiro que possam e esperemos que seja bastante o que goteje para melhorar a situação dos nossos.
TH - De modo que existia um pacto fáustico durante os bons tempos: se os lucros gozavam de boa saúde e podiam assegurar os investimentos em educação e saúde, não faríamos perguntas demais?
EH - Sim, enquanto se mantivesse o nível de vida.
TH - E agora, com a queda dos lucros, nos esforçamos para encontrar respostas?
EH - Agora que vamos por outra senda nos países ocidentais, nos quais o crescimento é relativamente estático, declinante inclusive, a questão das reformas volta então a se fazer muito mais urgente.
TH - Você vê como parte do problema, em termos da esquerda, o final de uma classe trabalhadora de massas consciente e identificável, que resultava tradicionalmente essencial para a política socialdemocrata?
EH - Historicamente, é certo. Os governos e as reformas democráticas se cristalizaram em torno dos partidos da classe operária. Esses partidos nunca foram, ou só muito raras vezes, inteiramente de classe operária. Eram sempre, em certa medida, alianças: alianças com certos tipos de intelectuais liberais e de esquerda, com minorias, minorias religiosas e culturais, possivelmente em muitos países com diferentes classes de trabalhadores pobres, com emprego.
Com a exceção dos Estados Unidos, a classe operária continuou sendo um bloco maciço, reconhecível durante longo tempo, desde logo, até bem entrado os 70. Creio que a rapidez da desindustrialização desse país [Grã-Bretanha] quebrou não só o volume senão que também, se você prefere, a consciência da classe operária. E não há hoje um país no qual a classe operária industrial pura seja o suficientemente forte.
O que é possível é que a classe operária forme, como diríamos, o esqueleto de movimentos mais amplos de mudança social. Bom exemplo disso, na esquerda, é o Brasil, que representa um caso clássico de partido do trabalho de fins do século XIX, baseado numa aliança de sindicatos, trabalhadores, pobres em geral, intelectuais, ideólogos e uma tipologia variável de esquerdistas, o que teve como resultado uma notável coalizão de governo. E não se pode dizer que não haja tido êxito depois de oito anos de governo com um presidente com um índice de 80% de aprovação. Ideologicamente, hoje em dia, me sinto absolutamente como em casa na América Latina, porque continua sendo uma parte do mundo na qual as pessoas ainda falam e fazem sua política no velho idioma, com a linguagem do século XIX e XX do socialismo, do comunismo e do marxismo.
TH - Em termos de partidos marxistas, algo que ressalta muito intensamente em sua obra é o papel dos intelectuais. Hoje em dia, vemos uma grande animação em campus como o seu em Birkbeck [College], com reuniões e atos políticos. E se lançamos uma olhada às obras de Naomi Klein ou David Harvey ou às atuações de Slavoj Zizek, há verdadeiro entusiasmo. Você se sente animado com esses intelectuais públicos do marxismo de hoje em dia?
EH - Não estou seguro de que houve um giro de grande envergadura, mas não cabe dúvida: com os cortes do atual governo se produzirá uma radicalização dos estudantes. Do lado negativo... se se observa a última vez que se produziu uma radicalização maciça dos estudantes, em 68, não se foi muito longe. Sem embargo, tal como pensava e penso ainda, é melhor ter jovens, homens e mulheres, que acreditavam estar à esquerda, do que homens e mulheres jovens que acreditam que o único que há para fazer é conseguir um emprego na Bolsa.
TH - E você acredita que gente como Harvey e Zizek desempenha alguma classe de papel útil nisso?
EH - Suponho que é correto descrever Zizek como alguém que leva a cabo atuações. Tem esse elemento de provocação que resulta tão característico e contribui para interessar as pessoas, mas não estou seguro de que a gente que lê Zizek se sinta verdadeiramente mais próxima de implicar-se em repensar os problemas da esquerda.
TH - Passemos do Ocidente ao Oriente. Uma das questões urgentes que se coloca no seu livro é se o Partido Comunista chinês pode evoluir e responder a sua nova posição na cena global.
EH - Isso é um grande mistério. O comunismo desapareceu, mas permanece um importante elemento do comunismo, desde logo, na Ásia, o Partido Comunista do Estado, que dirige a sociedade. Como funciona isso? Na China, creio, existe um grau de consciência mais elevado da potencial instabilidade da situação. Provavelmente se dá uma tendência a proporcionar maior margem de manobra a uma classe média intelectual e a setores instruídos da população em rápido crescimento, o que, ao fim e a cabo, poderá se estimar em dezenas, possivelmente centenas de milhões. Também é verdade que o Partido Comunista da China parece estar recrutando uma direção em boa medida tecnocrática.
Agora bem, o que podemos tirar de tudo isso junto, não sei. A única coisa que creio possível com esta rápida industrialização é o crescimento de movimentos sindicais, e não está claro em que medida o PCCh pode ter espaço para organizações de trabalhadores ou se as considerará inadmissíveis, do mesmo modo que julgaram [inadmissível] as manifestações da Praça de Tiananmen.
TH - Falemos da política britânica para conhecer as suas impressões da coalizão [liberal-conservadora]. Parece-me que tem um ar dos anos 30, em finais da ortodoxia fiscal, cortes de gasto, desigualdades de renda e, com David Cameron como uma figura quase a Stanley Baldwin. Que leitura você faz disso?
EH - Por trás dos diversos cortes, sugeridos com a justificativa de livrar-se do déficit, parece existir claramente uma exigência sistemática, ideológica para desconstruir, semiprivatizar as antigas disposições, já se trate do sistema de pensões, do sistema de bem-estar, do sistema escolar ou inclusive do sistema sanitário. Essas coisas não estavam, na realidade, previstas no programa eleitoral nem conservador nem liberal e, sem embargo, vendo de fora, se trata de um governo muito mais radicalmente à direita do que parecia à primeira vista.
TH - E qual você acredita que deveria ser a resposta do Partido Laborista?
EH - O Partido Laborista não tem sido em seu conjunto uma oposição muito efetiva desde as eleições, em parte porque demorou meses e meses para eleger seu líder. Creio que o Partido Laborista deveria, por um lado, acentuar muito mais que, para a maioria das pessoas, o período dos últimos treze anos não foi um descenso ao caos, senão que supôs verdadeiramente melhorar a situação, e sobretudo em campos como as escolas, os hospitais e toda uma série de logros culturais acrescentados, de modo que a ideia de que, de um modo ou outro, há que se livrar de tudo como lixo, não é válida. Creio que nos faz falta defender o que a maioria das pessoas crê basicamente que faz falta defender, que é a prestação de certa forma de bem-estar do berço à tumba.
TH - Você conheceu Ralph Miliband [1] e é um velho amigo da família Miliband. Que acredita que pensaria Ralph da disputa de seus filhos, que acabou com Ed dirigindo o Partido?
EH - Bom, como pai, evidentemente não poderia evitar de se sentir muito orgulhoso. Desde logo, estaria muito mais à esquerda que seus dois filhos. Creio que Ralph se identificou verdadeiramente durante a maior parte de sua vida com a ideia de deixar de lado o Partido Laborista e a via parlamentar, e com a esperança de que de algum modo seria possível que chegasse a aparecer um partido socialista propriamente dito. Quando Ralph se reconciliou finalmente com o Partido Laborista, foi em seu período menos útil, o de [Tony] Benn, do qual não saiu realmente grande coisa boa. Não obstante, eu creio que Ralph esperaria certamente algo muito mais radical do que seus filhos parecem até agora estar fazendo.
TH - O título de seu novo livro é Como mudar o mundo. No último parágrafo, você escreve que "a superação do capitalismo ainda me parece algo plausível". Continua sendo nítida essa esperança e ela o mantém trabalhando, escrevendo e refletindo hoje em dia?
EH - Nada há hoje de nítida esperança nestes dias. Como mudar o mundo é um relato do que levou a cabo fundamentalmente o marxismo no século XX, em parte através dos partidos socialdemocratas que não derivavam diretamente de Marx e outros partidos - partidos laboristas, partidos de trabalhadores - que continuam sendo, em todas as partes, partidos de governo ou potencialmente de governo. E, em segundo lugar, através da Revolução Russa e suas consequências.
O histórico de Karl Marx, um profeta desarmado que inspirou mudanças de envergadura, é inegável. E não é que esteja dizendo muito deliberadamente que não haja perspectivas equivalentes hoje em dia. O que digo hoje é que os problemas básicos do século XXI requereriam soluções às quais não a podem enfrentar adequadamente nem o mercado puro nem a democracia liberal pura. E, nessa medida, haverá que fazer funcionar uma combinação diferente, uma mescla diferente do público e do privado, de ação e controle por parte do Estado e de liberdade.
Como se chamará, não sei. Mas bem pode ser que já não se trate de capitalismo; desde logo não no sentido em que o temos conhecido neste país e nos Estados Unidos.
NOTA T.: [1] Ralph Miliband (1924-1994), nascido na Bélgica como Adolphe Miliband, de origem judia-co-polaca, foi um conhecido teórico marxista da Nova Esquerda britânica. Se estabeleceu na Grã-Bretanha durante a Segunda Guerra Mundial, fugindo do nazismo, combateu na Royal Navy e estudou na London School of Economics, onde seria professor até 1972, passando depois à Universidade de Leeds. Seus filhos David e Ed disputaram a direção do Partido Laborista britânico, que ficou finalmente com Ed em setembro de 2010.
Tristram Hunt é deputado laborista nos Comuns pela circunscrição de Stoke-on-Trent Central. Foi professor de história moderna da Grã-Bretamha na Queen Mary, University of London, e é autor de The English Civil War: At First Hand y Building Jerusalem: The Rise and Fall of the Victorian City e de diversas series de programas para a BBC e Channel 4.
Tradução para o português: Sergio Granja

COMANDANTE CARLOS LAMARCA (1934-1971): VENCER OU MORRER


CELSO LUNGARETTI*

Reproduzimos aqui texto publicado em 15 de setembro de 2011, por volta do 40º aniversário da morte do Comandante Carlos Lamarca, assassinado no interior da Bahia pela ditadura militar. A reemergência deste  texto não se faz aleatoriamente, mas celebra o que seria o aniversário de nascimento de Carlos Lamarca (23/10/1937).

Neste sábado transcorre o 40º aniversário da morte do comandante Carlos Lamarca, que estava debilitado e indefeso quando foi covardemente executado pela repressão ditatorial no sertão baiano, em 17 de setembro de 1971, numa típica  vendetta de gangsteres.
O que há, ainda, para se dizer sobre Lamarca, o personagem brasileiro mais próximo de Che Guevara, por história de vida e pela forma como encontrou a morte?
Foi, acima de tudo, um homem que não se conformou com as injustiças do seu tempo e considerou ter o dever pessoal de lutar contra elas, arriscando tudo e pagando um preço altíssimo pela opção que fez.
Teve enormes acertos e também cometeu graves erros, praticamente inevitáveis numa luta travada com tamanha desigualdade de forças e em circunstâncias tão dramáticas.
Mas, nunca impôs a ninguém sacrifícios que ele mesmo não fizesse. Chegava a ser comovente seu zelo com os companheiros -- via-se como responsável pelo destino de cada um dos quadros da Organização e, quando ocorria uma baixa, deixava transparecer pesar comparável ao de quem acaba de perder um ente querido.
Dos seus melhores momentos, dois me sensibilizaram particularmente.
Logo depois do Congresso de Mongaguá (abril/1969), quando a VPR saía de uma temporada de luta interna e de  quedas em cascata, o caixa estava a zero e a rede de militantes, clandestinos em sua maioria, carecia desesperadamente de dinheiro para manter as respectivas  fachadas -- qualquer anomalia, mesmo um atraso no pagamento de aluguel, poderia atrair atenções indesejáveis.
Mas, o chamado  grupo tático fora o setor mais duramente golpeado pelas investidas repressivas. 

Então, quando se planejou a expropriação simultânea de dois bancos vizinhos, na zona Leste paulistana, o pessoal experiente que sobrara não bastava para levá-la a cabo.
Eu e os sete companheiros secundaristas que acabáramos de ingressar na Organização fomos todos escalados -- na enésima hora, entretanto, chegou a decisão do Comando,  que me designou para criar e coordenar um setor de Inteligência, então fiquei de fora.
Lamarca, procuradíssimo pelos órgãos repressivos, fez questão de estar lá para proteger os recrutas no seu  batismo de fogo. Os outros quatro comandantes tudo fizeram para demovê-lo, em nome da sua importância para a revolução. Em vão. A lealdade para com a  tropa nele falava mais alto.
Depois de muita discussão, chegou-se a uma solução de compromisso: ele não entraria nas agências, mas ficaria observando à distância, pronto para intervir caso houvesse necessidade.
Houve: um guarda de trânsito, alertado por transeunte, postou-se na porta de um dos bancos, arma na mão, pronto para atingir o primeiro que saísse.
Lamarca, que tomava café num bar a 40 metros de distância, só teve tempo de apanhar seu .38 cano longo de competição, mirar e desferir um tiro dificílimo -- tão prodigioso que, no mesmo dia, a ditadura já percebeu quem fora o autor. Só um atirador de elite seria capaz de acertar.
Segundo o Darcy Rodrigues, foi a vida dele que Lamarca salvou. O próprio, contudo, contou-nos que seria um dos novatos o primeiro alvejado.
Como resultado, a repressão teve pretexto para fazer de Lamarca o  inimigo público nº 1 -- e, claro, o fez. A imagem dele foi difundida à exaustão, obrigando-o a redobrar cuidados e até a submeter-se a uma cirurgia plástica.
Também teve de brigar muito com os demais dirigentes e militantes, para salvar a vida do embaixador suíço Giovanni Butcher, quando a ditadura se recusou a libertar alguns dos prisioneiros pedidos em troca dele e ainda anunciou que o Eduardo Leite (Bacuri) morrera ao tentar fugir.
Dá para qualquer um imaginar a indignação resultante -- afinal, as (dantescas) circunstâncias reais da morte do  Bacuri ficaram conhecidas na Organização.
Mesmo assim Lamarca não arredou pé, usando até o limite sua autoridade para evitar que a VPR desse aos inimigos o monumental trunfo que as Brigadas Vermelhas mais tarde dariam, ao executarem Aldo Moro. O episódio foi tão traumático que ele acabou deixando a VPR.
E, no MR-8, novamente divergiu da maioria dos companheiros -- quanto à sua salvação.
Pressionaram-no muito para que saísse do Brasil, preservando-se para etapas posteriores da luta, pois em 1971 nada mais havia a se fazer. Aquilo virara um matadouro.
Conhecendo-o como conheci, tenho a certeza absoluta de que não perseverou por acreditar numa reviravolta milagrosa. Em termos militares, suas análises eram as mais realistas e acuradas. Nunca iludia a si próprio.
O motivo certamente foi a incapacidade de conciliar a idéia de  fuga com todos os horrores já ocorridos, a morte e os terríveis sofrimentos infligidos a tantos seres humanos idealistas e valorosos. Fez questão de compartilhar até o fim o destino dos companheiros, honrando a promessa, tantas vezes repetida, de vencer ou morrer.
Doeu – e como! – vermos os militares exibindo seu cadáver como troféu, da forma mais selvagem e repulsiva.
Mas, ele havia conquistado plenamente o direito de desconsiderar fatores políticos e decidir apenas como homem se preferia viver ou morrer.
Merece, como poucos, nosso respeito e admiração.
*Jornalista, escritor e ex-preso político, foi companheiro de militância de Lamarca na VPR.
Rara foto do corpo do guerrilheiro Carlos Lamarca (1937-1971) revela os vários ferimentos a bala que ele sofreu no cerco militar que o matou, no interior da Bahia. Fonte: Ivanilson Oliveira